3 dic 2009

ERICH FROMM: frases

Erich Fromm es un psicólogo y sociólogo estadounidense de origen alemán. Autor de El miedo a la libertad, La Sociedad sana, El arte de amar, entre otras obras.



Cuando dos personas llegan a conocerse bien, su intimidad pierde cada vez más su carácter milagroso, hasta que su antagonismo, sus desilusiones, su aburrimiento mutuo, terminan por matar lo que pueda quedar de la excitación inicial.

Tengo que conocer a la otra persona y a mí mismo objetivamente, para poder ver su realidad, o, más bien, para dejar de lado las ilusiones, mi imagen irracionalmente deformada de ella.

El sexo sin amor sólo alivia el abismo que existe entre dos seres humanos de forma momentánea.

No da con el fin de recibir; dar es de por sí una dicha exquisita.

Cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento son mutuamente interdependientes.

Para el carácter productivo, dar posee un significado totalmente distinto: constituye la más alta expresión de potencia. En el acto mismo de dar, experimento mi fuerza, mi riqueza, mi poder.

En realidad, lo que para la mayoría de la gente de nuestra cultura equivale a digno de ser amado es, en esencia, una mezcla de popularidad y sex-appeal.

Si una persona ama sólo a otra y es indiferente al resto de sus semejantes, su amor no es amor, sino una relación simbiótica o un egoismo ampliado.

Es bien sabido que los pobres están, más inclinados a dar que los ricos.

Mientras tememos conscientemente no ser amados, el temor real, aunque habitualmente inconsciente, es el de amar.

La forma activa de la fusión simbiótica es la dominación, o, para utilizar el término correspondiente a masoquismo, el sadismo. La persona sádica quiere escapar de su soledad y de su sensación de estar aprisionada haciendo de otro individuo una parte de sí misma.

Toda nuestra cultura está basada en el deseo de comprar, en la idea de un intercambio mutuamente favorable.

La persona sádica es tan dependiente de la sumisa como ésta de aquélla: ninguna de las dos puede vivir sin la otra. La diferencia sólo radica en que la persona sádica domina, explota, lastima y humilla, y la masoquista es dominada, explotada, lastimada y humillada.

La religión sirve sencillamente para que las masas se resignen mas sencillamente a las muchas frustraciones que presenta la realidad.

El bien y el mal no existen si no hay libertad para desobedecer.

La envidia, los celos, la ambición, todo tipo de avidez, son pasiones: el amor es una acción, la práctica de un poder humano, que sólo puede realizarse en la libertad y jamás como resultado de una compulsión.

Dar produce más felicidad que recibir, no porque sea una privación, sino porque en el acto de dar está la expresión de mi vitalidad.

En realidad, en lo que al concepto de sexualidad se refiere, la masturbación sería la satisfacción ideal. Lo que Freud paradójicamente no tiene en cuenta es el aspecto psicobiológico de la sexualidad, la polaridad masculino-femenina, y el deseo de resolver la polaridad por medio de la unión.

Si amo a la otra persona, me siento uno con ella, pero con ella tal cual es, no como yo necesito que sea, como un objeto para mi uso. Es obvio que el respeto sólo es posible si yo he alcanzado independencia; si puedo caminar sin muletas, sin tener que dominar ni explotar a nadie.

De cualquier manera, la sensación de enamorarse sólo se desarrolla con respecto a las mercaderías humanas que estan dentro de nuestras posibilidades de intercambio.

El maestro aprende de sus alumnos, el auditorio estímula al actor, el paciente cura a su psicoanalista, siempre y cuando no se traten como objetos,sino que estén relacionados entre sí en forma genuina y productiva.

El amor es una actividad, no un efecto pasivo; es un estar continuado, no un súbito arranque.

El proceso de aprender un arte puede dividirse convenientemente en dos partes: una, el dominio de la teoría; la otra, el dominio de la práctica.

Sin amor, la humanidad no podría existir un día más.

Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar, no en la propia capacidad de amar.

Las respuestas dependen, en cierta medida, del grado de individualización alcanzado por el individuo.


La crueldad misma está motivada por algo más profundo: el deseo de conocer el secreto de las cosas y de la vida.


La solución puede alcanzarse por medio de la adoración de animales, del sacrificio humano o las conquistas militares, por la complacencia en la lujuria, el renunciamiento ascético, el trabajo obsesivo, la creación artística, el amor a Dios y el amor al Hombre.


¿Qué le da una persona a otra? da de sí misma de lo más precioso que tiene, de su propia vida. Ello no significa necesariamente que sacrifica su vida por la otra, sino que da lo que está vivo en él, da de su alegría, de su su interés, de su compresión, de su conocimiento, de su humor, de su tristeza, de todas las expresiones y manifestaciones de lo que está vivo en él.


La paradoja del amor es, ser uno mismo, sin dejar de ser dos.


Las características especificas que hacen atractiva a una persona dependen de la moda de la época, tanto fisica como mentalmente.


La necesidad más profunda del hombre es, entonces, la necesidad de superar su separatidad, de abandonar la prisión de su soledad.


En la esfera de las cosas materiales, dar significa ser rico. No es rico el que tiene mucho, sino el que da mucho.


En un contexto religioso, igualdad significó que todos somos hijos de Dios, que todos compartimos la misma sustancia humano-divina, que todos somos uno.

En contraste con la unión simbiótica, el amor maduro significa unión a condición de preservar la propia integridad, la propia individualidad.

En el amor se da la paradoja de dos seres que se convierten en uno y, no obstante, siguen siendo dos.

Hasta el romano indigente se sentía orgulloso de poder decir "civis romanus sum"; Roma y el Imperio eran su familia, su hogar, su mundo.

En una cultura en la que prevalece la orientación mercantíl y en la que el éxito material constituye el valor predominante, no hay en realidad motivos para sorprenderse de que las relaciones amorosas humanas sigan el mismo esquema que gobierna el mercado de bienes y de trabajo.

El lema publicitario es distinto nos demuestra esa patética necesidad de diferencia, cuando, en realidad, casi no existe ninguna.

La polaridad entre los principios masculino y femenino existe también dentro de cada hombre y cada mujer. Asi como fisiológicamente tanto el hombre como la mujer poseen hormonas del sexo opuesto, así también en el sentido psicológico son bisexuales.

Dos personas se enamoran cuando sienten que han encontrado el mejor objeto disponible en el mercado.

En cualquier tipo de tarea creadora, la persona que crea se une con su material, que representa el mundo exterior a él.

En lo que toca específicamente al amor, eso significa: el amor es un poder que produce amor; la impotencia es la incapacidad de producir amor.

Desde el nacimiento hasta la muerte, de lunes a lunes, de la mañana a la noche, todas las actividades están rutinizadas y prefabricadas.

El peligro del pasado era que los hombres fueran esclavos. Pero el peligro del futuro es que los hombres se conviertan en robots.

El carácter mercantil está dispuesto a dar, pero sólo a cambio de recibir; para él, dar sin recibir significa una estafa.

Vivir es nacer a cada instante.

La unión simbiótica tiene su patrón biológico en la relación entre la madre embarazada y el feto. Son dos y, sin embargo, uno solo. Viven juntos (sym-biosis), se necesitan mutuamente.

Si deseamos aprender a amar debemos proceder en la misma forma en que lo haríamos sí quisiéramos aprender cualquier otro arte, música, pintura, carpintería o el arte de la medicina o la ingeniería.

Respeto no significa temor y sumisa reverencia; denota, de acuerdo con la raíz de la palabra (respicere: mirar), la capacidad de ver a una persona tal cual es, tener conciencia de su individualidad única. Respetar significa preocuparse por que la otra persona crezca y se desarrolle tal como es. De ese modo, el respeto implica la ausencia de explotación.

Si soy como todos los demás, si no tengo sentimientos o pensamientos que me hagan diferente, si me adapto en las costumbres, las ropas, las ideas, al patrón del grupo, estoy salvado; salvado de la temible experiencia de la soledad. Los sistemas dictatoriales utilizan amenazas y el terror para inducir esta conformidad; los países democráticos, la sugestión y la propaganda.


Practicamente no existe ninguna otra actividad o empresa que se inicie con tan tremendas esperanzas y expectaciones y que, no obstante, fracase tan a menudo como el amor.


El amor es la preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos.


El problema de conocer al hombre es paralelo al problema religioso de conocer a Dios.


La necesidad de aliviar la tensión sólo motiva parcialmente la atracción entre los sexos; la motivación fundamental es la necesidad de unión con el otro polo sexual.


En el arte de vivir, el hombre es al mismo tiempo el artista y el objeto de su arte, es el escultor y es el mármol, el médico y el paciente.


Ajedrez: Una actividad donde los problemas deben ser resueltos: con la razón, con la imaginación y con la conciencia. Una necesidad de realizar, de que lo que se hace tenga impacto, despierte interés y sea objeto de una respuesta de los demás. El principio de efectividad se hace presente por el amor y el trabajo productivo.


El concenso de todos sirve como prueba de la corrección de sus ideas.


En una cultura no orgiástica, el alcohol y las drogas son los medios a su disposición.

Naces solo y mueres solo, y en el paréntesis la soledad es tan grande que necesitas

En el acto de amar, de entregarse, en el acto de penetrar en la otra persona, me encuentro a mí mismo, me descubro, nos descubro a ambos, descubro al hombre.

La esperanza es paradójica. Tener esperanza significa estar listo en todo momento para lo que todavía no nace, pero sin llegar a desesperarse si el nacimiento no ocurre en el lapso de nuestra vida.

Cada una de nuestras relaciones con el hombre y con la naturaleza debe ser una expresión definida de nuestra vida real, individual, correspondiente al objeto de nuestra voluntad.

El acto de desobediencia, como acto de libertad, es el comienzo de la razón.

La paradoja del "AMOR" es ser uno mismo, sin dejar de ser dos......

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